top of page
Buscar

Impactando a una familia




¿Alguna vez te has preguntado el impacto que tu trabajo tiene en los demás?


Yo sí. Como fundador y presidente de Cadaniño, siento la responsabilidad de asegurarme de que el trabajo que realizamos, gracias a las donaciones que recibimos, se utilice de manera sabia, responsable y, sobre todo, que realmente beneficie a los 200 estudiantes que forman parte de nuestro programa.


Sabemos, por las calificaciones de los alumnos, el avance en las clases de computación y los versículos que memorizan, que nuestras clases les están ayudando. Pero a menudo me pregunto qué tan lejos llegan las ondas de impacto de lo que hacemos en la comunidad.

La siguiente historia, escrita por Eduardo, el coordinador de nuestro centro en Santa Fe, me ayudó a entender cuán profundo y amplio es nuestro impacto.


La familia Cacaó ha formado parte de nuestro programa por varios años.


Son una familia indígena Q’eqchi’ de origen maya, provenientes de Alta Verapaz. Se mudaron a la ciudad buscando mejores oportunidades educativas para sus hijos y solicitaron inscribirlos en nuestro programa al darse cuenta de que la educación que recibían en la escuela pública no era adecuada.


Sus dos hijos, Fredy, de 11 años y en quinto grado, e Indrid, de 12 años y en sexto grado, asisten a la escuela pública y han estado inscritos en nuestros programas de refuerzo escolar desde el 2018.


Viven en un terreno al fondo de un barranco en la parte trasera de la Colonia Santa Fe, una zona geográficamente peligrosa en un acantilado conocido como Las Esmeraldas. Para llegar a nuestro centro cada día, deben subir 250 gradas por la ladera del barranco y luego caminar otros 500 metros.


A pesar de los retos, ambos estudiantes han mantenido una asistencia casi perfecta durante todo el tiempo que han estado en el programa.


Cuando se inscribieron, realizamos una evaluación académica estándar, que reveló que ambos tenían grandes dificultades de aprendizaje: no sabían leer ni escribir correctamente y no estaban al nivel correspondiente a su grado escolar.


Estas dificultades se agravaban por el hecho de que su madre es analfabeta y su padre trabaja largas horas como albañil.


Además de participar en nuestras clases de Biblia y computación, nos aseguramos de que recibieran atención especial en nuestro programa de refuerzo educativo, y poco a poco los resultados han comenzado a notarse.


Ahora saben usar computadoras, escribir a máquina, manejar aplicaciones de Microsoft Office; pueden hacer reportes e investigaciones, escribir, compilar, imprimir y entregar sus tareas escolares para obtener buenas calificaciones.


Les encanta participar en las clases de Biblia y pueden buscar cualquier versículo que se les indique.


Como en muchas partes del mundo, su situación escolar cambió drásticamente con la crisis del Covid-19. Se implementó el aprendizaje a distancia, pero para familias sin acceso a computadora o internet, las opciones eran prácticamente nulas.


En enero de este año, Cadaniño tomó la decisión de abrir nuestros centros por las mañanas para que las familias más necesitadas pudieran conectarse en línea y realizar sus tareas escolares, con la ayuda de un maestro.


Para Fredy e Ingrid, el ministerio de Cadaniño ha sido la diferencia que les permitió continuar con su educación, evitando que abandonaran la escuela como lo hicieron más de 107,000 estudiantes en Guatemala el año pasado.


Pero el impacto de nuestro programa no se limita solo a los niños. Aunque es analfabeta, Doña Aurelia siempre ha tenido fe en Dios y un deseo de evangelizar a otros. Nos contó que tener a sus hijos en el programa la ha ayudado a aprender más acerca de Dios, principalmente a través de los estudios bíblicos que enviamos a casa con los niños.

Sus hijos comparten con ella lo que aprenden; ella escucha grabaciones de la Biblia y las comparte con sus vecinos.


Gracias a sus esfuerzos, una pequeña comunidad de creyentes ha comenzado a formarse como una iglesia en su lugar de residencia.


Durante una visita reciente de nuestro personal para dar seguimiento a la familia, Doña Aurelia expresó su gratitud por todo lo que hacemos, no solo por los programas regulares de sus hijos, sino también por estar allí para apoyarles en los momentos difíciles.

Comentó que la ayuda que recibieron el año pasado, a través de bolsas de alimentos cuando el país estuvo en confinamiento y su esposo no podía trabajar, fue lo que los mantuvo con vida y les permitió superar el momento más difícil de sus vidas. Dijo que fue una prueba de que Dios aún la amaba, se preocupaba por ellos y no los había abandonado.

Al leer esta historia, fue de gran ánimo para mí ver cómo Dios está usando el ministerio de Cadaniño para impactar no solo las vidas de nuestros estudiantes, sino también las de sus familias y las comunidades a las que ellos ahora están ministrando.


Ahora imagina multiplicar estos resultados por cada uno de los 200 estudiantes en nuestro ministerio, y podrás ver el impacto tan maravilloso que estamos teniendo, no solo en los alumnos, sino en sus familias y en los barrios donde Dios nos ha llamado a servir.


¡Únete a Cadaniño y transforma vidas para la eternidad!




 
 

Cadaniño

Ayudamos a las personas a descubrir, abrazar y cultivar sus dones dados por Dios hasta alcanzar su máximo potencial como una forma de glorificarlo en todos los aspectos de sus vidas.

Correo electrónico: info@cadanino.net

Teléfono: 504-677-9033

Dirección:

10312 Natural Bridge Road
N. Chesterfield, VA 23236

Organización benéfica registrada 501c3: 84-3554402

Mantente informado

Gracias por inscribirte para recibir noticias

Vínculos rápidos

Acerca

Apóyanos

Equipo

© 2024 by Cadanino INC.  |  Terms of Use  |  Privacy Policy

bottom of page