La evidencia ha demostrado que leer bien impacta profundamente la educación de un niño, mejorando el rendimiento académico, el desarrollo cognitivo y las habilidades emocionales y sociales. Las habilidades de alfabetización temprana son cruciales, siendo la competencia en tercer grado un indicador relacionado con tasas de graduación más altas y mejor rendimiento en pruebas estandarizadas. Leer de manera extensiva enriquece el vocabulario, la comprensión, el pensamiento crítico y la memoria, al tiempo que fomenta la empatía, las habilidades de comunicación y un amor por el aprendizaje que perdura toda la vida.
Datos de organizaciones como el Instituto Nacional de Alfabetización y la Fundación Annie E. Casey destacan que los lectores competentes tienen más probabilidades de tener éxito académica y socialmente, de seguir estudios superiores y de asegurar mejores oportunidades laborales. Así, promover la lectura desde temprano puede tener un efecto positivo en el desarrollo integral de un niño y su éxito futuro.
Sin embargo, los niños en países en desarrollo como Guatemala enfrentan numerosos desafíos para desarrollar buenas habilidades de lectura debido a barreras socioeconómicas, educativas e infraestructura inadecuada. Con escuelas subfinanciadas que no asignan lecciones de lectura, sin acceso significativo a bibliotecas públicas, padres analfabetos o que no conocen la importancia de la lectura, y presiones económicas que obligan a los niños a abandonar la escuela para ayudar a sus familias, es difícil para muchos estudiantes entender, y mucho menos desarrollar, un amor por la lectura.
Por eso, programas como la iniciativa de lectura de Cadaniño son cruciales. Los maestros en nuestros programas extracurriculares crean una cultura de lectura y empoderan a los niños para desarrollar habilidades de alfabetización esenciales que los ayuden a tener éxito en la escuela y prosperar en su camino de aprendizaje.
Eduardo Lux, Coordinador Santa Fe
“Nuestro programa de lectura surgió durante el confinamiento por la pandemia. Vimos la necesidad de fortalecer las habilidades cognitivas de nuestros estudiantes. Con las escuelas cerradas y los estudiantes en casa todo el día, sabíamos que su tiempo sería mejor aprovechado mejorando sus habilidades de lectura.
Guatemala no tiene una cultura de lectura, así que primero hablamos con los padres y les explicamos lo vital que era para sus estudiantes sobresalir en esta área y cómo necesitábamos su ayuda y cooperación para tener éxito.
Nuestros maestros evaluaron las habilidades de lectura de los estudiantes y seleccionaron lecciones de lectura apropiadas para su nivel. Cuando los estudiantes completaban su lectura, llenaban un cuestionario que los padres entregaban cada semana.
Poco a poco, se fue formando una cultura de lectura entre los estudiantes. Decidimos continuar con el programa de lectura "en casa" cuando terminó el confinamiento.
Nuestros adolescentes leen libros, y los niños leen lecturas cortas adecuadas para su edad. El progreso ha sido significativo; tanto los padres como los niños han sido responsables.
Hemos visto que las habilidades de lectura de los estudiantes mejoran, y comprenden mejor sus tareas y trabajos escolares, lo que mejora sus calificaciones generales. Esto les hace creer que pueden hacerlo mejor en la escuela y en la vida, y les ayuda a construir confianza. Hemos visto a los estudiantes volverse más expresivos en su comunicación, lo que también les ha ayudado a aprender responsabilidad.
Los niños parecen estar más entusiasmados por participar en clase, más expresivos al comunicarse y, sobre todo, son responsables.
Sin duda, la lectura en Cadaniño ha fortalecido las áreas débiles en comprensión lectora y pensamiento crítico que los niños enfrentan en las escuelas.
Continuamos viendo resultados a largo plazo de este programa, y creo que desempeña un papel importante en que el 30% de nuestros estudiantes en Santa Fe obtuvieron el primer lugar en su clase en la escuela el año pasado.
Estoy emocionado de ver que se ha formado un hábito de lectura en las vidas de los estudiantes de Cadaniño.”
Sucely Jiménez, Maestra de Lectura, Santa Fe
“Sabemos que la lectura es un elemento esencial para fortalecer la educación de nuestros niños y jóvenes. En Cadaniño, buscamos que la lectura sea un hábito y no una obligación, porque no hay nada mejor que disfrutar de una lectura libre y enriquecedora.
En nuestros estudiantes, ha sido satisfactorio observar cómo el programa de lectura les ha ayudado a progresar en muchas áreas. He visto un progreso notable en su comprensión, escritura y habilidades de habla.
Es cada vez más maravilloso ver que muchos de nuestros estudiantes han desarrollado un amor por la lectura y están haciendo mucho más de lo requerido. Los veo expandiendo su imaginación y descubriendo un mundo que no sabían que existía.
Aunque el camino para crear un programa de lectura efectivo no siempre ha sido fácil, puedo ver su impacto en sus vidas, y sé que abrirá caminos hacia el éxito.”
Lilian Chete, Coordinadora, San José Pinula
“Ha sido asombroso ver cómo Dios está usando el programa de lectura en las vidas de los estudiantes y qué bendición ha sido para cada uno de ellos. Estoy satisfecha de ver el progreso realizado y el número creciente de libros que los estudiantes leen.
En 2020, cuando comenzamos por primera vez el programa de lectura durante la pandemia, nuestros estudiantes leyeron alrededor de 415 libros al año. Con el tiempo, a medida que más y más de ellos comenzaron a desarrollar un amor por el aprendizaje, el número de libros leídos aumentó.
En 2022, los estudiantes de nuestro centro leyeron 797 libros, 953 libros en 2023, y 669 libros en 2024, a mitad de año, lo que nos pone en camino para nuestro mejor año hasta ahora.
Ha sido maravilloso ver cómo la formación de hábitos de lectura de los estudiantes también impacta a sus padres. Actualmente, tenemos 15 padres involucrados en leer un libro cada mes.
Es interesante ver cómo los estudiantes progresan en su capacidad mental y amplían su conocimiento con diferentes ideas y conceptos. Hemos visto mejoras en su ortografía, escritura y pensamiento crítico, imaginación, creatividad y empatía a medida que experimentan historias desde la perspectiva del personaje principal.
Hemos escuchado testimonios de estudiantes que mencionan que la lectura ahora es su pasatiempo favorito. Los padres también se están involucrando en la lectura con sus hijos. Algunos estudiantes incluso están ahorrando o ya han comprado sus propios libros. Nataly, una de nuestras estudiantes, le pidió a sus padres que la llevaran a comprar un libro con sus ahorros. Inicialmente, su madre no entendió por qué quería gastar su dinero en un libro, pero ahora está encantada de ver la pasión de su hija por la lectura.
Me sorprende lo que Dios está haciendo en las vidas de los estudiantes a través de cada programa y cómo los nuevos estudiantes están ansiosos por entrar en el mundo de la lectura. Ver el progreso realizado y el número creciente de libros leídos me llena de satisfacción. Estoy segura de que cada estudiante participante continuará mejorando.
Estoy muy agradecida de ser parte de un ministerio comprometido a proporcionar herramientas esenciales para el desarrollo de cada estudiante.”
Susan Pérez, Maestra, San José Pinula
“Nuestro programa de lectura está dividido en "Lecturitas" con 42 estudiantes y "Club de Libros" con 76 estudiantes. "Lecturitas" se enfoca en niños que necesitan reforzar el tiempo de lectura y comprensión en niveles principiante, intermedio y avanzado. Cada semana, leen y completan ejercicios relacionados con la lectura. Según su progreso en las habilidades de lectura y escritura, los estudiantes avanzan al siguiente nivel hasta que llegan al Club de Libros.
En el Club de Libros, los estudiantes leen un libro en casa. Después de terminar, presentan un resumen del libro, incluyendo los detalles más esenciales, personajes, el autor y un dibujo que represente el libro. Es interesante observar la creatividad de los estudiantes en sus resúmenes y la información que proporcionan sobre el libro durante las revisiones de lectura que realizo.
Aunque los estudiantes leen a diferentes velocidades, leen un promedio de 45 libros semanalmente en nuestro centro. He visto cómo esto mejora su imaginación, creatividad, ortografía y escritura, y ayuda a crear un hábito de responsabilidad en cada uno de ellos.
Pido oraciones por cada niño y joven con el que trabajo, para que Dios les dé sabiduría y entendimiento en sus estudios y que sean ejemplos del amor de Dios para sus compañeros y vecinos.”
Como pueden ver, las iniciativas de lectura que hemos implementado con nuestros estudiantes en Cadaniño están creando habilidades de lectura sólidas que impactan profundamente su rendimiento académico, desarrollo cognitivo y habilidades socioemocionales. Estas habilidades les empoderan para tener éxito no solo académicamente, sino también espiritualmente, ya que son más capaces de leer y comprender la Biblia y fomentar una relación personal más profunda con su Padre Celestial.
Atentamente, Timothy Martiny, Presidente, Cadaniño
¡Únete a Cadaniño y transforma vidas para la eternidad!
