Reflexionando en 20 aƱos de servir a los vulnerables
- timothy martiny
- Oct 1, 2022
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El 1 de octubre de 2002 fue un dĆa memorable para mĆ. Fue cuando puse pie en Guatemala por primera vez en lo que pensĆ© que serĆa un viaje de cuatro meses para servir como misionero a corto plazo. Pero en lugar de eso, comenzó un camino que cambiarĆa no solo mi vida y la de mi familia, sino tambiĆ©n la de cientos de otras familias.
Cuando entré a ese orfanato en Guatemala, algo dentro de mà se movió. Vengo de una familia rota y experimenté una infancia marcada por el abuso, la negligencia y el abandono. Sé lo que es sentirse olvidado y no cuidado, estar separado de la familia y ser privado de la infancia.
El miedo, el rechazo y el dolor que vi en los ojos de esos niƱos eran los mĆos de una manera que las palabras no pueden explicar, porque lo que ellos estaban viviendo en ese orfanato, yo tambiĆ©n lo habĆa vivido.
Estos niƱos tenĆan cuidadores y supervisores, pero como suele ocurrir, su enfoque estaba mĆ”s en mantener el funcionamiento del lugar que en el cuidado personal de cada niƱo. SabĆa por experiencia que incluso una institución bien administrada puede tener poca relación con la atención personalizada de los niƱos.
SabĆa que tenĆa que hacer algo. No era un sentimiento ni un deseo, era una certeza.
No sabĆa mucho sobre cómo servir a niƱos vulnerables en un paĆs en desarrollo. Sin embargo, entendĆa a un nivel profundamente personal que los niƱos vulnerables, abusados, traumatizados y abandonados necesitan, por encima de todo, sentirse amados y cuidados.
Mi esposa y yo nos comprometimos a quedarnos en Guatemala. Lo que comenzó como un ministerio que servĆa a 12 niƱas en un orfanato, eventualmente se convirtió en el ministerio CadaniƱo, que hoy atiende a cientos de niƱos y familias vulnerables a travĆ©s de programas extracurriculares en dos Centros de Impacto Comunitario, brindando Formación Espiritual, Refuerzo AcadĆ©mico y Fortalecimiento Familiar.
Veinte años es mucho tiempo, durante el cual he aprendido muchas lecciones fundamentales, todas importantes y pocas fÔciles. Aquà hay algunas que destacan:
No Se Trata de MĆ
Es fƔcil para todos nosotros, especialmente quienes estamos en el ministerio, encontrar nuestra identidad en lo que hacemos en lugar de en quiƩnes somos.
Cuando nuestro trabajo ocupa la mayor parte de nuestro tiempo, a menudo buscamos en Ʃl nuestra identidad. Pero como cristianos, no es lo que hacemos para ganarnos la vida lo que nos define, sino quiƩnes somos en Cristo.
Para mĆ, esto significó entender que era un hijo de Dios, que era amado, que mis pecados habĆan sido perdonados, que pertenecĆa a Dios y que Ćl habĆa elegido adoptarme en Su familia.
Comprender esto cambió mi perspectiva: de hacer cosas para mĆ, a hacerlas para Dios y Su gloria.
Invertir en Personas
Las personas adecuadas hacen toda la diferencia. Cuando comencĆ© lo que eventualmente se convertirĆa en el primer Centro de Impacto Comunitario CadaniƱo en Santa Fe, era solo yo enseƱando clases en una pequeƱa escuela.
Pronto me di cuenta de que la necesidad era mayor de lo que yo podĆa cubrir solo y que, si querĆa tener Ć©xito en servir a los niƱos vulnerables en sus comunidades, necesitaba ayuda.
Eduardo, nuestro primer maestro, comenzó a tiempo parcial, y rÔpidamente quedó claro que necesitÔbamos mÔs personas como él. Maestros del vecindario, que viven en la comunidad, conocen las luchas de las familias y son de confianza para los padres.
Con cada maestro que contratamos y capacitamos, vi un impacto creciente en la vida de los niños. Se hizo evidente que la mejor manera de hacer la diferencia era formar un equipo, entrenarlos en cómo servir a los vulnerables y equiparlos para invertir en la vida de los quebrantados.
Lo que comenzó con Eduardo y yo, ahora es un equipo comprometido de 14 personas que cada dĆa marcan una increĆble diferencia en la vida de los mĆ”s vulnerables en Guatemala. El impacto es mucho mayor de lo que habrĆa sido si hubiera intentado hacerlo todo solo.
Misión vs. Asignación
Como cristiano, sé que mi misión es llevar el Evangelio a un mundo roto y fracturado. Personalmente, mi llamado es hacerlo entre los huérfanos, los vulnerables y los pobres.
Santiago 1:27 dice:
"La religión pura y sin mÔcula delante de Dios el Padre es esta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo."
Dios mismo es:
"Padre de huĆ©rfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada."Ā ā Salmos 68:5
Los huƩrfanos y las viudas representan a los mƔs dƩbiles y vulnerables de la sociedad. Sus familias estƔn rotas, muchas veces el padre, esposo, proveedor y protector ha desaparecido, dejƔndolos a merced de otros.
Estos versĆculos dejan clara mi misión. Pero a lo largo de estos 20 aƱos, mi asignación ha evolucionado:
2002-2007: VisitÔbamos orfanatos para llevar comida, ropa y enseñar la Biblia.
2008-2015:Ā Creamos programas de formación vocacional, discipulado, mentorĆa y consejerĆa para ayudar a los jóvenes en la transición fuera del orfanato.
2016-Presente: Fundamos el ministerio Cadaniño, que atiende a cientos de niños vulnerables y sus familias.
Nuestra misión y propósito nunca han cambiado. Pero nuestra asignaciónālos programas y proyectos especĆficos que llevamos a caboāse han ajustado para responder a las necesidades de quienes servimos, permitiĆ©ndonos permanecer fieles a nuestra misión sin dejar de ser relevantes en nuestra labor.
Pasar de la Ayuda al Desarrollo
Ayudar a los necesitados es importante, pero debemos hacerlo de manera que no los mantenga atrapados en su situación.
Si realmente queremos ayudar, debemos fomentar y facilitar el desarrollo de los dones y talentos que Dios ha dado a cada persona. De lo contrario, nuestra asistencia puede fomentar la dependencia y lograr lo opuesto a lo que buscamos.
Algunas formas en las que lo hacemos incluyen:
Invertir tiempo, mucho tiempo.Ā El desarrollo requiere compromiso a largo plazo, es desordenado y frustrante.
Construir relaciones.Ā No puedes ayudar verdaderamente a quienes no comprendes. Escucha antes de actuar.
Comenzar en pequeño. Encuentra lo que realmente se necesita y trabaja a nivel comunitario.
Aprender constantemente.Ā Pregunta, busca consejo y sĆ© tu crĆtico mĆ”s exigente.
Preguntarnos siempre:Ā "ĀæEstoy haciendo por alguien lo que puede hacer por sĆ mismo?"
Entender Que Este No Es Mi Ministerio
Es algo que repito constantemente: a nuestro equipo, a los estudiantes y, sobre todo, a mĆ mismo.
Durante años pensé en esto como "mi trabajo": mis clases, mis grupos de jóvenes, mi ministerio.
Pero con el tiempo me di cuenta de que esto era mƔs grande que yo. No soy lo suficientemente inteligente, sabio o capaz para haber logrado todo esto por mi cuenta.
Entonces, ¿cómo ha sucedido?
Por la fuerza, el poder y la sabidurĆa de Dios.
Tengo el privilegio de ser parte de lo que Dios estÔ haciendo y ha estado haciendo desde antes de la fundación del mundo, y que continuarÔ mucho después de que yo me haya ido.
Nunca Olvidar Por QuĆ© Estoy AquĆ
He enfrentado desafĆos extremos: robos a mano armada, intentos de secuestro, enfermedades, dificultades financieras.
El pecado y la desesperanza son abrumadores. A veces, nuestros mejores esfuerzos no pueden evitar que la tragedia golpee.
Pero nuestra esperanza es mayor.
Nuestro objetivo no es solo cambiar vidas aquà en la tierra, sino dar a cada niño la oportunidad de conocer a un Dios que los ama y murió por ellos.
Porque, al final, lo que importa no es solo lo que hacemos hoy, sino lo que Dios estĆ” haciendo por la eternidad.
Atentamente,
Timothy Martiny